Una masacre en El salvador

“He aquí a los que tememos más que a todos los demás… los socialistas creyentes son mucho más peligrosos que los socialistas ateos” (Fiodor Dostoiewsky, Los Hermanos Karamazov) Esta frase, escrita hace más de un siglo, pareciera haber sido pronunciada por la derecha salvadoreña que ha asesinado a seis jesuitas en la Universidad Centroamericana de El salvador. No se trata, sin duda de tomarla al pie de la letra, como si quisiéramos recuperar para el campo religioso las luchas de emancipación popular. Lo que nosotros percibimos en América Central es que la fractura entre creyentes y no creyentes no tiene sentido en las luchas sociales contra la injusticia, que la religión no es necesariamente opio del pueblo y que un cristianismo identificado con la defensa del orden no es más que una ideología.