Luego de Caseros Sarmiento publica su Campaña en el Ejército Grande, en donde defenestra la figura del victorioso Urquiza. Como respuesta, Alberdi edita sus Cartas Quillotanas que suponen una primera refutación contundente a la antigua dicotomía sarmientina. Años más tarde, Hernández se inscribe a esta línea alberdiana recuperando las críticas del tucumano y el empleo revertido de la antinomia. Desde El Argentino de Paraná (1863) denuncia furiosamente el abuso de poder político y defiende la causa de los caudillos, en especial al Chacho Peñaloza, asesinado por una partida mitrista y con la felicitación de Sarmiento. Hernández sacará aquí una serie de artículos que narran la vida del Chacho y cuestionan el proyecto político nacional y la pro...