La enseñanza de la filosofía ha sido históricamente escenario de agón y competencia, no sólo de cooperación. Quisiera llamar la atención sobre el modo en que Platón alude, en el libro VI de la República, a una lucha que se ha entablado en Atenas por dirimir cuál es la legítima forma de transmitir y ejercitar la filosofía. Ofreceré argumentos para mostrar que en las provocadoras respuestas que ofrece Sócrates a los dos reproches que se le hacen a la filosofía -su inutilidad y el carácter raro y perverso de los filósofos- se objeta implícitamente el modo en que Isócrates concibe la filosofía, su función social y su transmisión. Contrastaré esas respuestas con algunas posiciones de Contra sofistas. Aunque las opiniones de Isócrates sobre este ...