En la poesía de Héctor Viel Temperley se configura un discurso que tiene en su base la tensión entre salud y enfermedad (François Laplantine). Esta tensión es figurativizada (Greimas; Fontanille) mediante un imaginario de la clase media alta argentina, de acuerdo con el cual la vida al aire libre permite la expansión vital y la experiencia de una potencia creadora relacionada con el dogma católico; experiencia también mediatizada, según el mismo imaginario, por la enfermedad, entendida como investidura de dignidad. Paradójicamente, entonces, subyacen a la vez las ideas de que sufrir ennoblece, tanto como luchar contra el sufrimiento. Así hallamos a un sujeto que se construye mediante una contradictoria propiocepción (María Isabel Filinich) ...