Producción Científica«Un manicomio totalmente equipado» fue lo que la emperatriz Elisabeth le pidió a su marido Francisco José, el emperador de la más poderosa monarquía austro-húngara, cuando éste le preguntó por carta en 1871 qué regalo deseaba por su cumpleaños.La sincera atracción de Sissi por la locura no es sólo un síntoma de su propia neurastenia –en la dinastía de los Wittelsbach abundaban los enfermos mentales–, sino una predisposición que anticipaba el carácter que iba a mostrar la modernidad vienesa del siglo XX, una modernidad donde la cultura científica y estética, la vida social y las expresiones intelectuales de la burguesía ilustrada se manifestaban estrechamente unidas entre sí, en sus principios y en su práctica