Mundo (Madr., 1874)

Alcance y contenido: Tras el golpe de Estado del general Manuel Pavía, el tres de enero de 1874, que disuelve el parlamento español, el nuevo ministro de la Gobernación, Eugenio García Ruiz, dictará al día siguiente la circular por la que quedaban suprimidos en bloque todos los periódicos cantonales y carlistas, como fue el caso de La Esperanza (1844) y El Pensamiento español (1860). Los responsables de éste último, que había estado dirigido por Francisco Navarro Villoslada (1818-1895), sin embargo, buscaron la estratagema de publicar, a partir del ocho de enero, otro diario con el título El Mundo, y lo hicieron bajo el mismo subtítulo –“diario católico, apostólico y romano–, estampado en la misma imprenta –la de don Roque Labajos– y con idéntica estructura formal. Son entregas de cuatro páginas, compuestas a cinco columnas, con secciones como Parte oficial, con la reproducción de la normativa publicada en la Gaceta de Madrid; Cortes constituyentes, Bolsa, Noticias generales, Despachos telegráficos, Variedades o Parte religiosa (santoral y cultos), reproduciendo noticias procedentes de la prensa tanto española como extranjera. El faldón de la última plana la dedica a anuncios, que son prácticamente los mismos que venía insertando El Pensamiento español. La misma circular obligaba a los periódicos no dar más información sobre la guerra carlista que la oficial procedente de la Gaceta de Madrid, y esto es lo que hará también El Mundo. Aunque su primer editorial será una crónica de los sucesos de Madrid en los primeros días de 1874, tras la que había nacido “una nueva situación política” –dirá–, los demás artículos de fondo estarán dedicados más a asuntos internacionales, entre estos a los católicos, pero también publicará la serie sobre Los cantonales pintados por sí mismos y otra bajo el epígrafe Los socialistas. Con secuencia propia, apenas tuvo tres meses de vida, pues el último número de la colección de este diario neocatólico corresponde al seis de marzo de ese mismo año 1874, coincidiendo con un recrudecimiento de la guerra civil carlista. Este mismo día desparecerá también el diario Las Circunstancias, que había aparecido igualmente en enero en sustitución de La Esperanza, el decano del tradicionalismo carlista españo