Modelamiento y simulación de sistemas complejos

De manera tradicional se ha afirmado que existen dos formas de ciencia: una\ud basada en la inducción y otra fundada en deducciones o, lo que es equivalente,\ud en criterios y principios hipotético-deductivos. La primera ha sido conocida\ud como ciencia empírica y su problema fundamental es el de la inducción; es\ud decir, el de establecer cuáles, cómo y cuántas observaciones (o descripciones)\ud particulares son suficientes (y/o necesarias) para elaborar generalizaciones.\ud Esta es una clase de ciencia que trabaja a partir de observaciones, descripciones,\ud acumulación de evidencias, construcción de datos, y demás, a partir\ud de los cuales puede elaborar procesos de generalización o universalización.\ud Este tipo de ciencia coincide con los fundamentos de toda la racionalidad\ud occidental, a partir de Platón y Aristóteles, según la cual sólo es posible hacer\ud ciencia de lo universal.\ud Por su parte, el segundo tipo de ciencia consiste en la postulación de\ud principios primeros o axiomas, y se concentra en el estudio de las consecuencias\ud –igualmente, de los alcances– de dichos principios. Esta clase de\ud ciencia tiene como problema fundamental la demostración de determinados\ud fenómenos, valores, aspectos, dicho en general; y esto se fundamenta en el\ud rigor con el que se han postulado los axiomas y los teoremas subsiguientes.\ud Por derivación, esta clase de ciencia incorpora y trabaja con lemas y otros\ud planos semejantes. Cultural o históricamente, esta clase de ciencia se inicia\ud con la lógica de Aristóteles y se sistematiza por primera vez en la geometría de\ud Euclides. Toda la ciencia medieval, llamada theologia, opera de esta manera.\ud En el marco de la ciencia contemporánea estas dos clases de ciencia se\ud pueden ilustrar profusamente. En el primer caso, por ejemplo, desde el derecho\ud que afirma que las evidencias se construyen; las ciencias forenses (antropología\ud forense, odontología forense y demás) que sostienen algo semejante; o el\ud periodismo y la comunicación social que trabajan a partir del reconocimiento\ud de que la noticia no existe, sino que se construye (vía la crónica, la reportería\ud y otras). De otra parte, en el segundo caso, desde las matemáticas y la lógica\ud hasta las ciencias y las disciplinas que incorporan parámetros y metodologías\ud basadas en hipótesis. (Vale la pena recordar siempre aquella idea clásica del\ud propio I. Newton de acuerdo con la cual la buena ciencia y en las palabras de\ud Newton: hipothese non fingo). Pues bien, por caminos, con motivaciones y con finalidades diferentes y\ud múltiples, recientemente ha emergido una tercera clase de ciencia, que ya no\ud trabaja con base en la inducción y en la deducción, sino de una manera radicalmente\ud distinta. Esta tercera manera es el modelamiento y la simulación,\ud y la forma más acabada de esta ciencia son las ciencias de la complejidad