Rebelarse contra la tradición. Cultura juvenil en Puebla (1957-1964)

“La sociedad mexicana se ha nutrido de diversos elementos, desde los traídos por los europeos en el siglo XVI, sin olvidar la herencia africana que se diversificó en variados elementos que fueron acogidos como propios. El mismo pasado indígena, que aunque no se puede considerar que nos ha llegado puro, tiene presencia, ya que en general como lo diría Samuel Ramos: “entendemos por cultura mexicana la cultura universal hecha nuestra, que vive con nosotros”. 335 Por lo tanto no podemos negar que la influencia estadounidense de la mano con los tiempos cambiantes hicieron que los mexicanos se maravillaran por todo lo que veía del otro lado del rio Bravo, por lo que desde mediados de los cincuenta y los sesenta se evidencia una ruptura en las formas en que se hacen las cosas y el modo de pensar, esto inevitablemente se percibe con mayor fuerza en los jóvenes que con su número creciente hacen que se note más un cierto desarraigo a todo lo impuesto. Este shock de los adultos tiene que ver con el miedo al cambio, no fue por lo estruendoso de la música, ni lo provocador de la ropa o las nuevas formas de comportamiento de los jóvenes, el miedo fue porque a estos los consideraban receptores pasivos.