Este artículo examina la manera en que un catequista católico miskito percibe las fiestas de Santo Domingo, un evento que debe ser comprendido como un ritual que enfatiza la humillación del santo, la perturbación de símbolos sagrados y la regeneración. En él se muestra que el horror experimentado por el catequista, cuando al viajar con el antropólogo observó esta serie de rituales, tiene menos que ver con una falta de valoración equilibrada de las prácticas religiosas de otros, como es evidenciado por su apreciación del festival de la Virgen de Fátima en Bluefields, que con un verdadero miedo a la subversión simbólica que el ritual representa y a la posibilidad del castigo divino. En el artículo se argumenta que la explicación de esta reacc...