INTRODUCCIÓN La insuficiencia cardíaca (IC) representa un importante problema de salud pública en las naciones industrializadas, siendo la única enfermedad cardiovascular que está aumentando en incidencia y prevalencia (1). Históricamente la IC se ha considerado un síndrome asociado a un defecto de la función sistólica. Sin embargo, un creciente número de pacientes con IC muestran una función sistólica preservada, presentando hasta en un 40% de los casos una disfunción diastólica (LVDD) (2). La IC es un hallazgo frecuente en los pacientes críticos (3), complicando el curso de un número indeterminado de enfermos críticos, conllevando un aumento de: las necesidades de soporte vasoactivo, del fracaso de la retirada de la ventilación mecánic...