Los soportes textiles utilizados por los pintores españoles a lo largo del siglo XVII: contexto histórico y estudio técnico a través de la radiografía

Esta tesis profundiza en el conocimiento de los soportes textiles de los pintores españoles del siglo XVII, para analizar si existen preferencias en la elección del tejido, tendencias en el uso o en los procedimientos de confección que puedan caracterizar la producción de un artista o de de una escuela. El estudio técnico de los tejidos utilizados por los pintores españoles entraña una gran dificultad derivada del elevado número de obras que han sido reenteladas, proceso de restauración que consiste en adherir al reverso de la tela original una nueva, lo que dificulta el acceso al tejido empleado por el artista. En este sentido la técnica radiográfica permite rellenar este vacío y obtener información precisa de los soportes textiles aunque no sean accesibles, e incluso de detalles ocultos por las capas de preparación imperceptibles a simple vista. El otro escollo en el estudio de los soportes de pintura sobre tela es la falta de una metodología y terminología común entre los profesionales. En la mayoría de los casos se recurre a fórmulas que provienen del campo de los tejidos antiguos, sin valorar hasta qué punto es realmente posible su aplicación estricta al campo pictórico. La tesis precisa el significado de algunos términos que procedentes de la teoría de los tejidos se han incorporado al campo artístico si bien no siempre con el rigor necesario y propone una metodología de trabajo válida. Tras el estudio radiográfico de un gran número de soportes se extrae que en España al igual que en Italia, Francia, Inglaterra, Flandes u Holanda los artistas optaban mayoritariamente por telas con ligamento de tafetán, aunque se observan particularidades en cuanto a la densidad de hilos de los lienzos. No obstante la mayor diferencia reside en que los pintores españoles recurrieron también a tejidos con diseños de gran complejidad, concretamente a textiles lisos con ligamento derivado de sarga -llamados técnicamente losanges y en la documentación de época manteles o mantelillos- y en menor número a los tejidos labrados en los que se combinan ligamento de sarga y tafetán -denominados manteles adamascados-. Al mismo tiempo el uso de estos mantelillos parece más frecuente en la primera mitad del siglo en artistas como Vicente Carducho, Juan del Castillo, Francisco Herrera el Viejo, Alonso Vázquez, Francisco Pacheco, Juan de Roelas, Juan Bautista Maíno, Francisco de Zurbarán o Bartolomé Esteban Murillo, si bien también se emplean en obras tempranas de Alonso Cano o Diego de Silva y Velázquez ejecutadas en Sevilla, o de Eugenio Cajés y Antonio Pereda en Madrid. El patrón más frecuente de estos manteles lisos era el de rombo con doble punta, ya utilizado en el siglo XVI por El Greco en sus obras toledanas, y que sigue siendo empleado por los artistas españoles a lo largo de todo el siglo XVII. No obstante también se utilizaron otros patrones más complicados como se aprecia en las obras de Murillo, donde se observan tejidos lisos con diseños más complejos así como tejidos labrados en los que los dibujos se crean a partir de motivos ajedrezados basados en formas geométricas básicas como cuadrados o rectángulos que también serán empleados por Francisco de Zurbarán, Antonio Pereda o Pedro de Moya. Otro aspecto de interés que diferencia los soportes textiles españoles empleados en el siglo XVII de los europeos, es que en España no se utilizaron los tejidos de sarga sencilla ni espiguilla tan frecuentes en numerosas pinturas de artistas flamencos -Rubens, van Dyck o Gaspar de Crayer- e italianos tanto del siglo XVI -Tiziano, Tintorretto, Veronés, Correggio o los Bassano- como del siglo XVII -Guercino, Cavallino, Il Cerano, Domenichino, Palma el Joven o Andrea Sacchi-. El estudio también ha permitido observar particularidades en las costuras que unen los paños de los soportes de algunos los artistas españoles