Las fachadas marítimas, concebidas en épocas pasadas como espacios meramente defensivos y a menudo residuales ligados al puerto, se han convertido hoy en día en escaparate de las ciudades costeras y foco de atracción de su predominante actividad turística.Como caso de estudio se analiza la ciudad de Alicante, capital de la provincia homónima de la región valenciana y destacado enclave portuario con larga tradición mercantil en el litoral Mediterráneo. A mediados del siglo XIX, Alicante fue la primera localidad marítima española comunicada por ferrocarril con la capital —Madrid—, con las importantes consecuencias de toda índole que ello acarreó. Gracias a los avances en las comunicaciones, se produjo la apertura de la costa a los habitantes ...