El arte y la literatura –que no son variantes del discurso ni de las creencias de identidad– mantienen vínculos especialmente disimétricos y heterocrónicos con cualquier política de la memoria. Sería insensato, por supuesto, esperar que las políticas de las sociedades de sobrevivientes –por ejemplo durante las posdictaduras– se entregasen a la incertidumbre y la desubjetivación con las que, sin embargo, están obligadas a intimar aún en el ejercicio de memoria más edificante (y he allí su exterior, el de la política que se sale de sí cuando tropieza con el sueño, con la suspensión del yo, con el trance, con el pathos).Fil: Dalmaroni, Miguel Angel. Universidad Nacional de La Plata; Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y ...