ResumenEl paisaje tan sólo existe a través de nuestra experiencia. Es un proceso que actúa sobre nosotros y sobre el que, a su vez, nosotros intervenimos. Es una idea y una imagen definida a través de un diálogo entre nosotros y el territorio. Todo paisaje es único; su carácter singular solamente puede ser comprendido a través de la experiencia, la interpretación y la representación. Este artículo propone una investigación en la que el paisaje, su representación y su proyecto se consideran procesos continuos e inseparables: el paisaje como representación a través de la observación y el apunte; el paisaje como representación en el diseño y la transformación. El inseparable vínculo entre la sociedad y el territorio es la base para reinterpret...