María Zambrano y el poeta

EI alma poseída por el anhelo de lo inefable, el alma subyugada bajo la pasión del asombro, del pasmo originario ante lo infinito, tiene como seña de destino el florecer en su palabra dos formas de expresión: Filosofía y poesía. Por que el Ser se surca por estas dos sendas que se encuentran y se bifurcan, pero que señalan a la misma unidad primordial de la realidad. Por lo que son dos mitades complementarias del hombre, como dos caras de la misma moneda: de decir al Ser. No se encuentra el hombre entero en la filosofía, como no se encuentra la totalidad de lo humano en la poesía. Desde estas premisas debemos de entender el pensamiento fronterizo, pero no marginal de Zambrano, que, al mediar la vecindad entre pensamiento y poesía, gira, bajo una órbita espiral, en torno a aquel punto indescifrable, subterráneo de la vida, desde el cual emerge toda cifra y todo lenguaje