Amposta y su castillo habían tenido una importancia estratégica de primer orden desde la antigüedad hasta el inicio de la edad moderna, controlando el paso al inte-rior de la península a través del Ebro. Esto se constata en el momento de su destruc-ción, durante la guerra entre la Diputación del General y el rey Juan II, cuando éste hacía casi nueve meses que la sitiaba personalmente. Después de la toma del castillo de Amposta no hay datos bélicos relevantes hasta el siglo XIX, cuando se producen varias obras de forti¿cación en la ciudad, las últimas durante las guerras carlistas. Es interesante como de los tres recintos que se sabe que había en el castillo medieval se han encontrado trazas de los dos interiores, pero no del tercero que se...