La presentación plantea los interrogantes que nos interpelan en nuestra práctica cotidiana como artistas, docentes y formadores de formadores en el área de la danza. A lo largo del siglo XX asistimos a la puesta en duda, de casi todas las certezas de la modernidad; ruptura que a algunos filósofos lleva a plantear el fin del arte, en cuanto ese gran relato construido a partir de estos conceptos. Podríamos decir que entra en crisis, la concepción misma de las artes como tal, y de las distintas artes ligadas a un médium específico, este régimen de división en el cual la pintura, la escultura, la música, la literatura, se corresponderían con modos específicos de organizar lo sensible, organización que comienza a resquebrajarse con las estética...