Bajo el hechizo del neoliberalismo y la magia de los medios de comunicación que lo promueven la modernidad se considera como un proceso universal, global y punto de llegada. La teoría de dependencia, sin embargo, sigue manteniendo el debate en lo político y la economía, analizando las relaciones que se dan en esas esferas entre centro y periferia. A esto habrá que agregar todo un horizonte categorial que procede de la economía crítica que exigía la incorporación de las clases sociales como actores intersubjetivos a integrarse en una definición de cultura. De ahí que vivamos un tiempo intelectual complejo que se puede caracterizar de forma algo paradógica: la cultura política occidental es tan indispensable cuanto inadecuada para c...