Este artículo analiza el desarrollo de las celebraciones por el Día del Estudiante en Buenos Aires, durante los años de la última dictadura cívico militar en Argentina (1976-1983), insertándose dentro de las preocupaciones de la Historia Reciente. Los protagonistas son los estudiantes secundarios que sostuvieron esta tradición de festejar cada 21 de septiembre en el espacio público, a pesar de la existencia de un contexto de disciplinamiento social implementado por la dictadura. Asimismo, el gobierno de facto, aprovechó la jornada para legitimarse y construir una imagen del joven adaptada a las necesidades políticas del régimen. Recibido: 24 de abril de 2019 Aceptado: 3 de junio de 201