El mar y la serpiente y el compromiso pedagógico de Paula Bombara

La escritora Paula Bombara (Bahía Blanca, 1972), hija del desaparecido Daniel Bombara, secuestrado a finales de 1975 y asesinado en enero de 1976, y de Andrea Fasani, secuestrada durante dos meses y luego restituida a su familia, representa hoy en día una de las voces más activas y leídas en el panorama de la literatura infanto-juvenil argentina. Bioquímica de profesión, en 2004 decide abandonar el laboratorio para dedicarse esxclusivamente a la escritura, asumiendo la narración de lo ocurrido durante la dictadura como una responsabilidad personal y, sobre todo, como un deber educativo a nivel estatal. Autora de diez novelas y textos de divulgación, curadora de libros de cuentos, directora de la colección para jóvenes lectores ¿Querés saber? de la EUDEBA y colaboradora en el Plan Nacional de Lectura, Paula Bombara ha sabido estrablecer, a lo largo de toda su trayectoria, un puente no sólo entre la escritura y el conocimiento científico sino en especial modo entre el relato testimonial y la formación de jóvenes y adultos como demuestra, por ejemplo, su primera novela El mar y la serpiente. Escrita en 2005, la obra pronto se convierte en instrumento de formación para el profesorado y el alumnado. De hecho, en el intercambio entre la dimensión estrictamente literaria y la dimensión educativa, su libro constituye una herramienta de apoyo incluso para padres, maestros y profesores en la transmisión de los eventos traumáticos de la represión militar. A partir de su publicación, El mar y la serpiente entra a ser parte de los recursos para la difusión de los derechos humanos sugeridos por el Ministerio de Educación y Deporte junto con las Abuelas de Plaza de Mayo, de numerosos programas escolares - tanto a nivel primario como secundario-, de seminarios de capacitación de los educadores y de actividades extracurriculares dedicadas a la enseñanza de la historia reciente, a las estrategias mediáticas del régimen y a las narrativas memoriales de los hechos traumáticos. La novela, que cuenta el doloroso proceso de aprendizaje de la desaparición del padre, se divide en tres secciones,“la niña”, “la historia”, “la decisión”, en donde la autora desarrolla las distintas fases de su vida y de su acercamiento a la verdad. Delicado y fuerte a la vez, el texto habla a sus lectores a través de las palabras, los silencios y los vacíos de una niña de tres años que, aunque no entienda las implicaciones políticas de los eventos que la rodean, es plenamente capaz de percibir todo el dolor y el desarraigo causados por la ausencia de su padre. En este proceso de reconstrucción de su historia personal, desde la niñez hasta la adolesciencia, el proyecto pedagógico de Bombara se realiza también gracias a la importancia imprescindible del espacio escolar. Al contar en un tema su condición de hija de un desaparecido, la joven Paula reanuda su memoria familiar en una red comunitaria hecha de experiencias, pérditas y angustias compartidas que hoy necesita volver a las aulas del País para recomponerse y no ahogar en el mar del olvido