Lo denominado redes advierte sobre un variado complejo de datos jurídico-normativos producto de décadas recientes, ajenos a la doctrina tradicional («pirámide») sobre fuentes del derecho. Sin embargo, ello no implica conmover las modalidades de argumentación discursivo-retóricas del pensamiento jurídico. Calificarlo como «cambio de paradigma» sugiere una engañadora analogía entre razonamientos de los juristas y los netos requerimientos metodológicos característicos de las teorías aceptadas en las ciencias de la naturaleza. A diferencia del realismo jurídico, igualmente así permanecen relegados tras bambalinas los ingredientes relativamente voluntaristas de los conflictos de interpretaciones (con sus estratagemas retóricas) en los tribunales...