De sus plazas históricas, iglesias, fortificaciones y residencias privadas de la época colonial a su esplendor republicano del siglo XX, con sus paseos, palacios, y el edificio del Capitolio Nacional, La Habana es una ciudad extraordinaria. Su arquitectura registra un proceso de cambio sustancial que se inicia desde los tiempos en que el sistema de flotas y galeones de España empezara a convertir la ciudad en uno de los lugares cruciales del imperio. La Habana se enmarcaba dentro del sistema mercantilista y de crecimiento del comercio mundial del Atlántico, el cual establecería nuevas relaciones para la ciudad y el resto del mundo. Para los historiadores, la arquitectura de La Habana registra memorias de las formas pasadas de vida, de la fo...