Ornamento y delito y Arquitectura, los dos artículos que sin duda han contribuido a difundir el ideario y a sustentar la celebridad del arquitecto Adolf Loos (1870-1933), proceden de sendas conferencias. Su origen, por consiguiente, es de naturaleza oral. Y la polémica desencadenada a raíz de ellos los convierte, en su época y para la Historia, en auténticos oráculos, cuyo sentido sus transcripciones, tanto francesa como alemana, inevitablemente en parte desvirtúan. Solo cotejando lo dicho por el maestro, y luego escrito y publicado, con su obra edificada podemos restituir el sentido original de su pensamiento. Esta es la hipótesis sobre la que discurrimos. A sus palabras y obras habrá que sumar la atención que el arquitecto y periodista, q...