Editada en la Fundación Empresa PúblicaLas dificultades financieras de la Corona española en el Siglo de Oro favorecieron la propuesta de emparejar los ya conocidos montes de piedad con unos nuevos «erarios públicos», que facilitarían fondos a la Corona y a los particulares sin caer en la práctica nefanda de la usura, contratando a censo y no a préstamo. Las Cortes de Castilla comenzaron apadrinando el proyecto, pero lo hundieron para evitar que el Conde Duque de Olivares lo convirtiese en un instrumento de recaudación coactiva de la Hacienda. Queda patente que las Cortes de Castilla mantenían sus poderes de resistencia un siglo después de la derrota de Villalar. Por eso, los memoriales de los arbitristas no eran dirigidos sólo al Rey y sus...