El Mercado de San Andrés y su entorno : Historia y arquitectura /

Los mercados municipales constituyen una de las piezas relevantes del tejido social de la ciudad y reflejan la diversidad cultural de los pueblos. La sociedad en la que vivimos esta sometida a cambios constantes en todos los sentidos. Un ejemplo de ello es el mercado municipal de San Andrés, el cual vive procesos de remodelación para su modernización. Para mucha parte de la ciudadanía los mercados han acontecido todo un referente en el momento de comprar. Los valores característicos de estos son: el producto fresco y de calidad, la oferta especializada y el trato personalizado, así como un espacio humano y cívico de respeto desde la cultura del diálogo y la diversidad. La actividad comercial que tiene lugar en un mercado se basa principalmente en el trato humano y personal. Los vendedores que atienden desde su pequeño comercio hacen de la compra en el mercado una motivación de los sentidos porque es todo un acto social de interrelación, de intercambio y de comunicación con y entre vecinos y vecinas. Existe por tanto una atención directa entre vendedores y vecinos sobre los productos de los que disponen, así como la manera de cocinarlos. Una muestra a resaltar es el mercado de San Andrés, el cual proporciona una oferta comercial a sus clientes de: aves, caza y huevos, bares, tocinería y embutidos, carnicería y casqueria, panadería, fruta y verdura, legumbre y cereales, pescado fresco y marisco, pesca salada y conservas. Consta también de otros servicios adicionales como son el servicio de repeso y adosados a la fachada y en la galería comercial situada en el edificio anexo hay puestos de ropa, tejidos, menaje, objetos de barro, mercería, juguetería, marroquinería , floristería, reparación de calzado y llaves, tintorería y lavandería, perfumería, arreglos de ropa, complementos, etc. Actualmente, el mercado de San Andrés y sus alrededores se ha convertido en uno de los espacios comerciales y urbanísticos más emblemáticos de Barcelona. Sin duda existe todo un mundo por descubrir, el de los mercados