VPH Y CÁNCER DE CÉRVIX: estrategias de prevención

RESUMEN El Virus del Papiloma Humano (VPH) es considerado como el segundo carcinógeno más frecuente tras el tabaco. Está bien demostrada su asociación con tumores de diversas localizaciones, siendo especialmente relevante su relación con el cáncer de cuello uterino (CCU), donde los tipos 16 y 18 son responsables de hasta el 70% de los mismos. Se dispone de diferentes estrategias de actuación frente al CCU, basadas en la prevención primaria y secundaria. Actualmente se dispone de dos vacunas frente al VPH, incluidas en el calendario de vacunación de manera sistemática para niñas de entre 9 y 14 años, sin embargo, se recomienda su utilización en mujeres de hasta 26 años y recientemente se ha aprobado la vacunación del sexo masculino. Por otra parte, a finales del 2014 se aceptó en EEUU una vacuna nonavalente que actualmente se encuentra en evaluación por parte de la Agencia Europea de Medicamentos. El CCU es uno de los tres tumores que disponen de protocolo de cribado, modificado recientemente por la aparición de nuevos métodos diagnósticos más sensibles que la citología convencional, como los test de detección del VPH, que son ahora los protagonistas del programa de cribado. Se ha retrasado la edad de comienzo del mismo hasta los 25 años, siendo importante en mujeres menores de esa edad las estrategias de educación sanitaria. El objetivo es la realización de citologías trianuales hasta los 30 años y a partir de esta edad seguir únicamente el cribado con test de VPH cada 5 años. Sin embargo puede que este cambio conlleve tiempo debido a la necesidad de modificaciones en los laboratorios, la adaptación por parte de los profesionales sanitarios y cambios económicos, por eso se pueden aceptar ciertas alternativas hasta que estos objetivos se hayan cumplido, no debiendo recomendarse una vez alcanzados los mismos