Tratamiento fisioterápico de la escoliosis idiopática del adolescente. A propósito de un caso

La escoliosis se define como “una desviación lateral del raquis asociada a una deformación de las estructuras óseas que evoluciona en los tres planos del espacio, a las que se añade la rotación de los cuerpos vertebrales”. Se han propuesto numerosas clasificaciones, especialmente teniendo en cuenta la etiología, la edad, el grado de angulación,… nociones todas que son importantes en lo que se refiere al tratamiento que se debe aplicar. En este caso en concreto se trata de un tipo de escoliosis denominado idiopático o de origen desconocido, y de gravedad leve-moderada. La escoliosis idiopática se cree causada por una multiplicidad de factores en los que el que domina es el genético, estando en relación también con factores tisulares y metabólicos, además de neurológicos centrales como la maduración del equilibrio postural o alteraciones de la propiocepción entre otros. En cualquier caso, se estima que en todos los tipos de escoliosis conviene intervenir en cuanto se advierte la desviación. Tanto las posiciones escolióticas y la escoliosis de pronóstico benigno, como las escoliosis graves de pronóstico más incierto, se beneficiarán con las técnicas fisioterápicas; las primeras estabilizándose y corrigiéndose, y las últimas, gracias a la flexibilización, la tonificación muscular y el desarrollo respiratorio muy útiles para los posibles tratamientos ortopédicos y/o quirúrgicos de las fases posteriores. Aunque es imposible predecir con exactitud como va a ser la progresión patológica, el mejor o peor pronóstico evolutivo se realiza siempre teniendo en cuenta, además de la magnitudes angulares, la mayor o menor madurez esquelética, indicativa de la mayor o menor estabilidad de la curva respectivamente