Gary Bennett, tenor (Reino Unido)

Concierto celebrado por el tenor Gary Bennet en compañía del pianista Michel Allan. En esta ocasión interpretaron la obra Winterreise – Viajes de Invierno D.911, ciclo de canciones sobre poemas de Wilhelm Müller del compositor Franz Schubert."El ViaJero JUnto al Mar de N1ebla". Caspar Dav1d Fnednch ( 1 7 7 4 - 1840). Museo de Hamburgo. ----------BANCODELAREPUBUCA _________ _ BIBLIOTECA LUIS-ANGEL ARANGO Sala de Conciertos Mayo 20 de 1987 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. GARY BENNETT Tenor N ació en Launceston, Tasmania (Aus­tralia). Estudió física y matemáti­cas pero se retiró en 1974 para con­tinuar los de canto. En 1978 viajó a Londres para reali­zar estudios con Otakar Kraus y en junio del mismo año, ganó una beca otorgada por el N ational Opera Estu­dio de Londres. En 1980 Sir John Pritchard lo invitó a unirse por dos años al Estudio de la Opera de Colonia. Allí interpretó diversos papeles y uno protagónico en "La Voz de Ariadna" de THea Musgraves que presentó la Opera de Colonia en el Festival de Edimburgo en 1981. Hasta 1982 trabajó como cantante en muchos países como Austria (Opera Australiana), Estados Unidos (Opera de Washington), Canadá (Opera Canadiense de Toronto), Inglaterra (Glyndebourne Touring Company y la BBC), Italia (Opera de Pisa), y Alemania Federal (Colonia, Wiesbaden, Wuppertal y Heidelberg). Su repertorio incluye a Ramiro (La Cenicienta), Almaviva (El Barbero de Sevilla), Ernesto (Don Pascual), Nadir (Los Pescadores de Perlas), Gianetto (La Gazza Ladra), Tamino (La Flauta Mágica), Lensky (Eugenio Onegin) y Fenton (Falstaff). También se presenta regularmente en recitales y oratorios entre los cuales incluye el Evangelista en "Las pasiones de San Mateo y San Juan" de Bach. Es septiembre de 1986 se presentó en Bogotá con la Opera Colombiana en el papel de Ramiro (La Cenicienta). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. MICHEL ALLAN Pianista N acióen Huddersfield, Inglaterra. Estu­dió piano, teoría musical y composi­ción musical en la Universidad de Liverpool y se graduó con honores de primera clase en 1974. Después de un breve periodo de estudios en Estados U nidos y París, se trasladó a Alemania en 1975 para continuar estudios de piano con el profesor Gregor Weichert y direc­ción con el profesor Martin Stefani en la Academia de Música de Ale­mania Federal de Detmonld. En 1979 se trasladó a Colonia para ocupar el cargo de profesor de piano yen 1980 recibió el diploma de piano con distinción. Desde 1982 se ha desempeñado como solista de piano, acompañante, direc­tor y repetidor en la Opera de Colonia. Ha hecho grabaciones de radio para la emisora Hessischer (Frankfurt), la Australian Broadcasting Corporation y ha dado conciertos en Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, Yugoslavia y en Australia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. FRANZ SCHUBERT (1797-1828) Winterreise - Viaje de Invierno D. 911 Ciclo de canciones sobre poemas de Wilhelm Müller 1. Gute nacht 2. Die Wetterfahne 3. Gefrorne Tranen 4. Erstarrung 5. Der Lindenbaum 6. Wasserflüt 7. Auf dem Flusse 8. Rückblick 9.lrrlicht 10. Rast 11. Frühlingstraum 12. Einsamkeit 13. Die Post 14. Der Greise Kopf 15. Die Krahe 16. Letzte Hoffnung 17. 1m Dórfe Buenas noches La veleta Lágrimas heladas Rigidez El tilo Inundación Sobre el río Mirada hacia atrás Fuego fatuo Descanso Sueño de primavera Soledad El correo La cabeza encanecida La corneja La última esperanza En la aldea 18. Der Stürmische Morgen La mañana tem pestuosa 19. Tauschung Decepción 20. Der Wegweiser 21. Das Wirtshaus 22. Mut 23. Die N ebensonnen 24. Der Leirman El poste indicador La posada Valor Los soles engañosos El organillero Bogota, mayo 20 de 1987 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOTAS AL PROGRAMA El Viaje de Invierno M ucho se ha dicho, y mucho más habría que decirse, sobre los llamados tres ciclos de "Lieder" que se destacan dentro de la inmensa creación de Schu­bert en este género que él inmortalizó, y que en los países de habla no alemana no disfrutan de la misma divulgación que en Alemania o Austria, por ejemplo. La razón es que para ello hace falta la compenetración íntima entre el texto literario en que se basan y la música con que Schubert los exaltó. Dentro de los más accesibles están los que sí son realmente ciclos poéticos-musicales, o sea los dos basados en obras de muy sencilla expresión poética, la Bella Molinera y El Viaje de Invierno, con texto del poeta romántico alemán Wilhelm M üller (1794-1827), casi exacto contemporáneo de Schubert (1797-1828). Otro famoso "ciclo", como los anteriores de los últimos días de la muy breve vida de Schubert, es el llamado Canto del Cisne, que en realidad no es ciclo sino dos series de canciones sobre textos de Ludwig Rellstab (entre ellos la popular Serenata) y Reinrich Reine (entre ellos algunos de los más altos ejemplos de la belleza musical). Como introducción al Viaje de Invierno, elegida entre muchas otras, consi­deramos que bien vale la pena traducir la de uno de tantos biógrafos del compositor, el musicólogo francés L. A. Bourgault-Ducoudray, de comien­zos de nuestro siglo. Dice así: "El segundo ciclo compuesto por Schubert sobre un texto de Müller com­prende veinticuatro lieder, divididos en dos partes. Los doce primeros fueron escritos a comienzos del año de 1827; Schubert completó la colección en el mes de octubre del mismo año, al regreso de su viaje aGraz. "Desde el punto de vista del carácter, este segundo ciclo es antípoda del primero: tanto como la música de la Bella Molinera nos complace por su nota tierna, clara y juvenil, tanto el Viaje de Invierno nos acongoja por su color sombrío y lúgubre. Al escucharlo nos sentimos como abrumados por un cielo melancólico de invierno. U na mortaja de nieve se extiende sobre el campo, hasta perderse de vista. Ya no corren los arroyos congelados. N o hay huella alguna de vida en la naturaleza. En la noche ningún rumor que no sea siniestro: los ladridos prolongados de los perros, el chirriar de la veleta, el desencadenamiento de las ráfagas que retuercen las ramas de los árboles esqueléticos. En este manto de terror se agita un hombre devorado por el mal de amor. Ya no espera nada. Su ser moral se desbarata, su vida carece de fin. Solo en la profunda noche, en el implacable invierno, marcha a la ventura, huyendo de la ciudad donde habita la que lo traicionó. "Es de deplorar que el poeta apenas haya esbozado, en un vago contorno, la silueta de la amante infiel. Sentiríamos un interés aún más vivo ante las Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. torturas de un desdichado, si se nos hubiera permitido penetrar mejor la causa. Schubert, como siempre, se hizo esclavo del poema, logrando mara­villosamente traducir su sombrío color. "Toda la música del Viaje de Invierno, salvo algunas piezas, parece envuelta en un crespón negro; vanamente se buscaría en ella aquellos tonos deslum­brantes, aquellos tintes cálidos que dan de ordinario a su obra un atractivo embriagador. Ciertamente fue una música "de invierno" la que compuso, un poco espectral y como descolorida. Sobre este fondo de un gris sombrío y de una uniformidad deliberada reencontramos los matices mágicos de su paleta: el correo, la corneja, la mañana tempestuosa, el organillero. "La entrada ·en materia (Buenas noches) nada tiene que pueda hacer presa­giar una sucesión de impresiones trágicas. La impresión de la melodía es más graciosa. que melancólica, sobre todo en la última estrofa, en modo mayor, que refleja un matiz de ligera ironía". (Bourgault-Ducoudray insinúa, pero no lo declara, la modulación muy habitual en Schubert del modo menor al mayor en la frase final, "que yo he pensado en ti", enunciada en menor con amable melancolía, y repetida en mayor con optimista expres"ión; y prosigue el autor francés). "En la segunda pieza (La veleta) la ironía se torna más aguda y el senti­miento más áspero. El viento de invierno hace girar la veleta del techo, dice el poeta. ¿N o es también una veleta la que renuncia a su antiguo amor para tornarse en la amada de un hombre rico? Schubert no rehusó imitar el chirrido de la veleta en algunos pasajes del acompañam.iento, de un realismo muy bien logrado. El N o. 3, melodía tan penetrante y expresiva como lo ~s, aún oída aisladamente, se aprecia mucho mejor al escucharla dentro del contexto del ciclo completo. Se tiene la sensación de que el No. 4 (Rigidez) fue escrito en un solo impulso. Es una queja soberbia, hermoso grito de pasión de un alma herida. El No. 5 (El tilo) tiene la sencillez y la ingenua frescura de una canción popular; su encanto se ve realzado por la frase episódica y original que lo enmarca, confiada al piano. La música del No. 6 (Lluvia de lágrimas), en su conjunto, expresa muy bien el sentimiento doloroso de la poesía de Müller". (El biógrafo francés no comenta los lieder que van del N o. 7 al 12. Del 7 (Sobre el río, o acaso mejor, Sobre el torrente) dice Richard Capell, en su libro sobre los lieder de Schubert, que el texto un tanto conceptuoso de Müller permite que la audiencia no germana lo disfrute mejor, concen­trándose en la música. De Mirada hacia atrás (N o. 8) anota que oscila entre el modo menor y el mayor, entre un bajo cromático y otro diatónico, entre una agitada sincopación y un suave murmullo. Del Fuego fatuo (N o. 9) dice Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. que al músico lo atrajo, más que el fuego fatuo, el profundo abismo de donde surge. En el No. 10, Descanso, señala que, como an"tes en Inundación y en el Fuego fatuo, hay abundancia de amplios intervalos en la melodía. Del No. 11, Sueño de primavera, opina que Schubert volvió al sentimiento popular de muchas de sus primeras canciones. Pero el fácil recurso del contraste entre el sueño y la realidad, nos atrevemos a conceptuar, hace de este sencillo lied uno de los más patéticos del ciclo, aunque sin la profundidad de algunos que vendrán más adelante). Soledad, el duodécimo y último lied de la primera mitad del ciclo, y no uno de los más notables, al decir de Capell, se distingue por la alternación del sollozo de dos notas y el murmullo de la tormenta en el piano. "El correo (N o. 13) es una de las melodías más características y geniales que Schúbert escribió. Sobre una poesía muy trivial concibió una música sor­prendente de movimiento, color, pasión y originalidad. Nunca, antes de Schubert, habían sido proferidos acentos tales". Así se expresa Bourgault­Ducoudray, a quien volvemos momentáneamente, pues de manera curiosa deja de comentar la Canción No. 14, en nuestro sentir una de las más expresivas y características del Viaje de Invierno. Otro francés, Th. Gérold, observa que a partir de ella las canciones del ciclo se vuelven por lo general más breves, pero de expresión más intensa y concentrada; ésta, por su carácter, recuerda un poco dos o tres de las canciones de Schubert sobre textos de Heine (que, comentamos por nuestra parte, están entre las más altas inspiraciones del compositor). En La corneja (No. 15) nos hallamos ante una de las más trágicas expresio­nes de Schubert. Capell observa cómo en varias ocasiones Schubert nos brinda una idea de la soledad por medio de un unísono entre la voz y el piano; en el caso de esta canción, la voz y la mano izquierda, mientras la derecha imita el revoloteo del ave en torno a la cabeza del viajero. El No. 16, Ultima esperanza, muestra igualmente un efecto imitativo en la parte del piano. El viajero, dice Gérold, ve aquí y allá todavía una última hoja en los árboles, símbolo de su esperanza vacilante; el movimiento y la caída de las hojas se expresa muy significativamente con un motivo de dos notas breves que pasan de una mano a otra. Y continúa el mencionado musicógrafo francés: "El viajero continúa su ruta; atraviesa una aldea (No. 17), que los gruñidos de los perros, (expresados por uno de los motivos del acompañamiento), lo obligan prontamente a abandonar. La Mañana tempestuosa (No. 18) se caracteriza por ritmos violentos y una melodía enérgica. U na especie de fuego fatuo atrae al pobre enamorado errante (Decepción No. 19); 10 sigue, a sabiendas de que es un espíritu engañoso. Con El poste indicador (No. 20) nos hallamos de nuevo ante una de aquellas composiciones de lúgubre rigidez de las que Schubert guarda el secreto. El viajero ve ante sí un poste Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. indicador; pero la ruta que le señala lo llevará a un lugar del que no hay retorno; y la repetición obstinada de una misma nota resuena como una campana fúnebre. El desdichado cree por fin ver un albergue donde podrá detenerse (La posada, No. 21); es un cementerio". ¡Valor! (N o. 22) es una movida melodía, dice Bourgault, irresistible con su acento provocativo y su aire desafiante. Pero este comentarista pasa por alto uno de los más importantes lieder del ciclo, el No. 23, Los soles engaño­sos; varias son las traducciones de este título. "Die N ebensonnen" puede significar los soles secundarios, o suplementarios, o falsos. Literalmente se refiere a un fenómeno atmosférico propio del invierno, según el cual suele verse cerca del sol un par de manchas circulares brillantes, dos soles falsos o burlones, a los que el poeta increpa en el Viaje de Invierno. En Schubert (dice Capell) es una recaída en la melancolía y el cansancio que siguen al llanto. La sencilla pero emotiva melodía de cuatro compases se mueve dentro del intervalo de una cuarta. Y volvamos por última vez a Bourgault, quien tiene el último lied del ciclo. El Organillero como "una obra maestra incomparable. La figura grotesca del pobre músico ambulante moliendo el mismo aire en su organillo, esgri­miendo sin cesar su escudilla siempre vacía, y con las notas discordantes de su instrumento chil-lón no logrando otra cosa que hacer ladrar los perros, es una imagen despiadada de la miseria humana y una creación artística de primer orden". En esta melopea indefinidamente repetida el poeta (dice, por su parte, Gérold) cree ver un símbolo de su propio dolor, siempre renaciente y sin embargo monótono . Cedemos por último la palabra, una vez más, a Richard Capell: "Un milagro nos reserva la última página de Winterreise. Apostando mil veces, nadie hubiera dicho que la canción final fuera lo que es. A M üller hay que rendir tributo. Der Leirmann fue una conclusión inspirada. El loco tropieza con un mendigo, une con él su suerte, y ambos desaparecen en el paisaje nevado. A Schubert hay que rendir tributo. Se dio cuenta de la belleza del tema propuesto. Ningún otro lo hubiera aprovechado como él. Decimos que una persona tal era digna de todo obsequio. ¡Y cómo fue recompensada ésta en la aceptación! El resultado es pura poesía. Las lamentaciones de setenta páginas anteriores se han disipado. Podemos leer todo o nada en la escena clarificada. Todo lo que hay es el runrún y el són del organillo. El La del bajo y su quinta suenan a lo largo de la pieza. El tema de dos compases del organillo entra intermitentemente entre las frases medio entumecidas del peregrino, que resuenan extrañas tras todo cuanto ha acontecido: Sólo hacia el final hay un destello de calor". Otto de Greiff Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. GUTENACHT Fremd bin ich eingezogen, Fremd zieh' ¡ch wieder aus. Der Mai war mir gewogen Mit manchem Blumenstrauss. Das Mádchen sprach von Liebe, Die M utter gar von Eh'- Nun ist die Welt so trübe, Der Weg gehüllt in Schnee. Ich kann zu meiner Reisen Nicht wáhlen mit der Zeit, Muss selbst den Weg mir weisen In dieser Dunkelheit. Es zieht ein Mondenschatten Als mein Geíahrte mit, U nd auí den weissen Matten Such' ich des Wildes Tritt. Was so11 ich langer weilen, Dass man mich trieb hinaus? Lass irre Hunde heulen Vor ihres Herren Haus; Die Liebe·liebt das Wandern­Gott hat sie so gemacht- Von Einem zu dem Andern­Fein Liebchen, gute N acht! Will dich im Traum nicht stóren, Wár' schad' um deine Ruh', So11st meinen Tritt nicht horen­Sacht, sacht, die Türe zu! Schreib' 1m Vorübergehen An's Tor dir: gute N acht, Damit du mogest sehen, An dich hab'ich gedacht. - 1. BUE AS NOCHES Extranjero he venido y extranjero me voy; mayo me tejió una guirnalda de flores; la niña habló de amores, de matrimonio la madre; ahora el mundo está sombrío, la senda cubierta de nieve. Para mi viaje no puedo elegir el tiempo; yo mismo debo hallar el camino en esta oscuridad; una sombra de la luna es mi compañera, y en la blanca soledad busco en la nieve huellas de ciervos. ¿Por qué retrasarme si todo me impulsa a seguir? ¡Que ladren los perros ante la casa del amo! Amor ama el vagar, así Dios lo dispuso, de una a otra yendo; amada, buenas noches. No quiero turbar tu sueño, lastimar tu reposo; no sentirás mis pasos, quedo he de cerrar la puerta. y al pasar escribiré en ellas: Buenas noches para que así puedas ver que he pensado en ti. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2. DIE WETTERF AHNE Der Wind spielt mit der W etterfahne Auf meines schonen Liebchens Haus. ba dacht' ich schon in meinem Wahne Sie pfiff den armen Flüchtling aus. Er hátt' es eher bemerken sollen, Des Hauses aufgestecktes Schild, So hatt' er nimmer suchen wollen Im Haus ein treues Frauenbild. Der Wind spielt drinnen mit den Herzen Wie auf dem Dach, nur nic.ht so laut. W as fragen si e nach meinen Schmerzen? Ihr Kind ist eine reiche Braut. 3. GEFROR'NE TRANEN Gefror'ne Tropfen fallen von meinen Wangen ab: Ob es mir denn entgangen, dass ich geweinet hab'? Ei Tranen, meine Tranen, und seid ihr gar so lau. Dass ihr erstarrt zu E ise. Wie kühler Morgentau? Und dringt doch aus der Quelle /der Brust so glühend heiss, Als wolltet ihr zerschmelzen des ganzen Winters Eis! 2. LA VELETA El viento juega con la veleta de la casa de mi bella amada. Y en mi fantasía pensé que silba para el pobre fugitivo. Mejor hubiera sido advertir antes la enseña que hay en la casa, y no haber tratado de hallar en ella un fiel rostro de mujer. Adentro el viento juega con el corazón, sólo que no tan rudamente. ¿Por qué preguntar por mi dolor? La niña es una novia rica. 3. LAGRIMAS HELADAS Heladas lágrimas resbalan por mis mejillas. ¿He llorado, pues, sin advertirlo? ¡Ay, lágrimas, lágrimas mías, muy tibias sois para convertiros en hielo como el rocío matinal! ¡Pero tan ardientes brotaís de la fuente del pecho como si quisiérais fundir todo el hielo del invierno! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4. ERSTARRUNG Ich such' im Schnee vergebens Nach ihrer Tritte Spur, Wo sie an meinem Arme Durchstrich die grüne Flur. Ich will den Boden küssen, Durchdringen Eis und Schnee Mit meinen heissen Tranen. Bis ich die Erde seh'. Wo find, ich eine Blüte. Wo find'ich grünes Gras? Die Blumen sind erstorben, Der Rasen sieht so blass. Soll denn kein Angedenken Ich nehmen mit von hier? Wenn meine Schmerzen schweigen, Wer sagt mir dann von ihr? Mein Herz ist wie erstorben, Kalt starrt ihr Bild darin; Schmilzt jedas Herz m ir wieder, Fliesst auch ihr Bild dahin. 4. RIGIDEZ En vano busco en la nieve las huellas de sus pasos cuando, de brazo, con ella atravesaba el prado verde. Quiero besar el suelo, atravesar hielo y nieve con mis cálidas lágrimas hasta poder ver la tierra. ¿Dónde encontrar un capullo, dónde verde hierba? Las flores han muerto, el prado se ve mustio. ¿N o habré de llevarme ningún recuerdo de aquí? Si mis dolores callan ¿Quién me hablará de ella? Mi corazón está como muerto, y en él está su imagen fría; si mi corazón se ablandara también su rostro se esfumaría. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 5. DER LINDENBAUM Am Brunnen vor dem Tore. Da steht ein Lindenbaum; Ieh traumt' in seinem Sehatten So manchen süssen Traum. Ieh schnitt in seine Rinde So manches liebe Wort; Es zog in Freud' und Leide Zu ihm mich immer fort. Ich musst' auch heute wandern Vorbei in tiefer Nacht, Da hab' ich noch im Dunkel Die Augen zugemacht, Und seine Zweige rauschten, Als riefen sie mir zu: Komm' her zu mir, Geselle, Hier find'st du deine Ruh! Die kalten Winde bliesen Mir grad' in's Angesicht. Der Hut flog mir vom Kopfe., Ich wendete mich nicht. Nun bin ich manche Stunde Entfernt von jenem Ort, Und immer hor ich's rauschen: Du fandest Ruhe dort! 5. EL TILO De la fuente ante el portal hay un tilo; soñé a su sombra muchos dulces sueños. Grabé en su corteza muchas palabras de amor; me atrajo siempre en la alegría y en el dolor. Hoy hube de pasar en la profunda noche y cerrar los ojos a pesar de la oscuridad. y sus ramas susurraron como si me llamaran: - Ven a mí, compañero, que aquí encontrarás descanso. Los vientos fríos soplaron justamente en mi cara; el sombrero cayó de mi cabeza; no me importó. Ahora estoy a muchas horas de aquel sitio, y siempre oigo susurrar: - Allí encontrarás el descanso. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6. W ASSERFLUT Manche Tran' aus meinen Augen 1st gefal1en in den Schnee; Seine kalten Flocken sangen Durstig ein das heisse Weh. Wénn die Graser sprossen wollen, Weht daher ein lauer Wind; Und das Eis zerspringt in Schollen Und der weiche Schnee zerrinnt. Schnee, du weiss von meinem Sehnen, Sag' wohin doch geht dein Lauf? Folge nach nur meinen Tranen, Nimmt dich bald das Bachlein auf. Wirst mit ihm die Stadt durchziehen, Munt're Strassen ein und aus; FühIst du meine Tranen glühen, Da ist meiner Liebsten Raus. 7. AUF DEM FLUSSE Der du so lustig rauschtest, Du heller, wilder Fluss, Wie still bist du geworden, Gibst keinen Scheidegruss. Mit harter