Pedagogía de la danza en Chile: tierra de nadie

Tesis (Licenciado en Periodismo)Gracias al crecimiento y profesionalismo que han tenido algunas de nuestras compañías y artistas independientes, de a poco se elimina el inconsciente colectivo y el acto reflejo de preguntar: "¿Pero qué más haces? ¿A qué te dedicas?" cuando alguien cuenta que es bailarín (a). La danza en Chile, sin duda, tiene a nivel internacional un prestigio envidiable y a la altura de las más importantes compañías del mundo. De hecho, varios de nuestros exponentes han triunfado en diversos países como es el caso de Alfredo Bravo y Vladimir Guelbet, entre otros. No obstante, estos enorgullecedores antecedentes pertenecen, en su mayoría, a las dos compañías más reconocidas de nuestro país: el Ballet de Santiago y Ballet Nacional Chileno (BANCH). Sin dejar de reconocer que en este ámbito profesional, coexisten escuelas como la de Karen Connolly, profesor Valero y Sara Nieto; las cuales se dedican hace muchos años a las pedagogías relacionadas con técnica académica. Pero hasta hace 10 o menos años el número de academias en Chile se ha incrementado considerablemente en todas las disciplinas de la danza. Asi que, al igual que otras manifestaciones, ha estado presente en todas las culturas del mundo desde que las civilizaciones existen. Cualquier tipo de danza es una parte esencial en todos los espectáculos, salvo contadas excepciones, dadas sus características propias (movimiento, música, espacio). Incluso ahora, más que en cualquier otro momento, este arte se ha explotado masivamente y es común que las nuevas generaciones quieran dedicarse a esta esforzada actividad