Editorial del Vol. 1 No. 1

A pesar del control de la natalidad, el aumento poblacional mundial es eminente; consultando datos oficiales de la Naciones Unidas vemos que en el último medio siglo se ha quintuplicado, y se espera llegar en el año 2075 a los 10.000 millones de habitantes (un mundo en población más, igual al que existía en 1987). Independientemente, de los avatares demográficos, e inclusive de la capacidad de carga del planeta, la visión que debemos tener es como, entre otras cosas, podemos alimentar a ese masa poblacional humana, teniendo en cuenta que es nuestra responsabilidad como países iberoamericanos, ya que el crecimiento poblacional proviene, en su mayoría, de países en vías de desarrollo.  No obstante, no es solo una cuestión de números totales, sino de la calidad de nuestras poblaciones, ya que, hoy en día, de los 7.750 millones de personas, se estima la existencia con casi 1000 millones de personas desnutridas, y 1700 millones malnutridas, lo cual hace imperativo y de responsabilidad histórica la producción de alimentos pero nutritivos y sanos, como los productos acuícolas los cuales son señalados como unos de los más importantes para palear la alta demanda poblacional; sin embargo, nuestros cuerpos de agua sean continentales o marinos sufren, en la mayoría, intervenciones que hacen que la pesca no pueda subsanar las demandas, siendo la acuicultura parte de la solución, la cual hoy suple más de la mitad de la producción acuícola.A pesar del control de la natalidad, el aumento poblacional mundial es eminente; consultando datos oficiales de la Naciones Unidas vemos que en el último medio siglo se ha quintuplicado, y se espera llegar en el año 2075 a los 10.000 millones de habitantes (un mundo en población más, igual al que existía en 1987). Independientemente, de los avatares demográficos, e inclusive de la capacidad de carga del planeta, la visión que debemos tener es como, entre otras cosas, podemos alimentar a ese masa poblacional humana, teniendo en cuenta que es nuestra responsabilidad como países iberoamericanos, ya que el crecimiento poblacional proviene, en su mayoría, de países en vías de desarrollo.  No obstante, no es solo una cuestión de números totales, sino de la calidad de nuestras poblaciones, ya que, hoy en día, de los 7.750 millones de personas, se estima la existencia con casi 1000 millones de personas desnutridas, y 1700 millones malnutridas, lo cual hace imperativo y de responsabilidad histórica la producción de alimentos pero nutritivos y sanos, como los productos acuícolas los cuales son señalados como unos de los más importantes para palear la alta demanda poblacional; sin embargo, nuestros cuerpos de agua sean continentales o marinos sufren, en la mayoría, intervenciones que hacen que la pesca no pueda subsanar las demandas, siendo la acuicultura parte de la solución, la cual hoy suple más de la mitad de la producción acuícola.  A pesar del control de la natalidad, el aumento poblacional mundial es eminente; consultando datos oficiales de la Naciones Unidas vemos que en el último medio siglo se ha quintuplicado, y se espera llegar en el año 2075 a los 10.000 millones de habitantes (un mundo en población más, igual al que existía en 1987). Independientemente, de los avatares demográficos, e inclusive de la capacidad de carga del planeta, la visión que debemos tener es como, entre otras cosas, podemos alimentar a ese masa poblacional humana, teniendo en cuenta que es nuestra responsabilidad como países iberoamericanos, ya que el crecimiento poblacional proviene, en su mayoría, de países en vías de desarrollo.  No obstante, no es solo una cuestión de números totales, sino de la calidad de nuestras poblaciones, ya que, hoy en día, de los 7.750 millones de personas, se estima la existencia con casi 1000 millones de personas desnutridas, y 1700 millones malnutridas, lo cual hace imperativo y de responsabilidad histórica la producción de alimentos pero nutritivos y sanos, como los productos acuícolas los cuales son señalados como unos de los más importantes para palear la alta demanda poblacional; sin embargo, nuestros cuerpos de agua sean continentales o marinos sufren, en la mayoría, intervenciones que hacen que la pesca no pueda subsanar las demandas, siendo la acuicultura parte de la solución, la cual hoy suple más de la mitad de la producción acuícola