Con una visión filosófica el autor se adentra en el universo de la complejidad. De modo preliminar analiza las características del mundo de principios del siglo XXI y trata conceptos claves como disciplina, multidisciplinariedad e interdisciplinariedad. El centro de su atención recae en la transdisciplinariedad y su relación con la educación superior. De esta última destaca su papel y posibilidades para lograr la asimilación y producción de conocimientos transdisciplinarios, lo cual está en correspondencia con la tesis básica del artículo: este tipo de saber no se obtiene de manera espontánea como resultado del desarrollo de la ciencia y la tecnología, sino que exige una labor consciente y orientada a tal efecto. Por ese motivo emite alguna...