En la ciudad de Buenos Aires, desde mediados de la década de 1930 con la creación de la Sociedad de Puericultura, se intensificó la acción desarrollada por la Dirección de Protección a la Primera Infancia en el seno de la Asistencia Pública desde 1908. La disminución de la mortalidad infantil, objetivo central de la labor de ambas instituciones, se había logrado a través de la puesta en práctica de un programa de protección infantil. Los Dispensarios e Institutos de Puericultura se convirtieron en los espacios de encuentro diario entre puericultores y madres e hijos, en los cuales irrumpió una realidad compleja y cambiante que excedió la asistencia médica-educativa, consolidó la acción social y resquebrajó el ideal maternal vigente.In Bueno...