John Scott, órgano (Reino Unido)

Concierto interpretado por John Scott organista inglés. Inició como corista de la Catedral. Aún en sus años de colegio obtuvo diplomas de la Academia Real de Organistas y ganó los premios más importantes. Es reconocido por sus brillantes actuaciones a gran escala interpretando repertorio romántico y del siglo XX o con obras escritas especialmente para él, y ha aparecido como solista con la Academy of Ancient Music, el Tallis Scholars y el King's Consort. Su actividad como recitalista le ha permitido visitar muchos países del mundo y recientemente sus giras han incluido conciertos en Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón y Zimbabwe. En este concierto interpretó obras de Johann Sebastian Bach, Pablo Bruna, Wolfgang Amadeus Mozart, Felix Mendelssohn, Camille Saint-Saens, Jean Langlais, Cesar Franck, Louis Vierne, Jehan- Ariste Alain y Guy Bovet.s E R E INTERNACIONAL <.. <.. L o <.. udtro Vlrtuo<;()<, del tp( Iddo J S o e · H o T N T BANCO DE LA REPUBLICA BIBLIOTECA LUIS-ANGEL ARANGO SALA DE CO l.1 R Marzo 11 de 1992 - 7:30 p.m. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JOHN SCOTT Organista - Inglaterra Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Ciclo: "Cuatro virtuosos del teclado" John Scott nació en Wakefield, Inglaterra, en 1956 y allí se inició como corista de la Catedral. Aún en sus años de colegio obtuvo diplomas de la Academia Real' de Organistas y ganó los premios más importantes. En 1974 trabajó como organista Escolar del Colegio de St. John en calidad de asistente del Dr. George Guest durante cuatro años. Al salir de Cambridge fue nombrado Organista Asistente de las dos Catedrales Anglicanas de Londres: St. Paul y Southwark. Luego se convirtió en el Sub-organista y Director Musical Asistente de St. Paul. En 1990 sucedió a Christopher Deamey en el cargo de Organista y Director Musical de la Catedral de St. Paul. Bajo su dirección, el Coro de la Catedral de St. Paul ha realizado giras por Holanda, España y los Estados Unidos y se ha embarcado en una serie ambiciosa de grabaciones de música de catedrales inglesas, para el Sello Hyperion. Sus labores incluyen no sólo la preparación y dirección del coro sino que además se desempeña como director asistente de Sir David Willcocks con el Coro Bach y profesor de órgano de la Royal Academy of Music. Es reconocido por sus brillantes actuaciones a gran escala interpretando repertorio romántico y del siglo XX o con obras escritas especialmente para él, y ha aparecido como solista con la Academy of Ancient Music, el Tallis Scholars y el King's Consort. Su actividad como recitalista le ha permitido visitar muchos países del mundo y recientemente sus giras han incluido conciertos en Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón y Zimbabwe. Recientemente grabó en St. Paul la obra completa para órgano de Durufle y Mendelssohn para el Sello Hyperion, y actuó como solista en la Missa Glagolitic de Janácek con la Orquesta Sinfónica de Londres. En 1990 tuvo a su cargo la actuación del coro y la orquesta escuchados en el desfile de la Guardia Montada, durante el tributo ofrecido con motivo de los 90 años de la Reina Madre. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PROGRAMA J occata y Fuga en Fa mayor B'WV 540 Tiento de Primo Tono de Mano Derecha 1. Adagio en Do mayor K. 356 (1791) V Fantasía en Fa menor K.v. 608 (1791) Ein Orgelstück tür eine Uhr ~ndante con variaciones en Sol mayor (1844) vfantasía en Mi bemol mayor, Op. 101 (1857) JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750) PABLO BRUNA (1611-1679) WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791 ) FEUX MENDELSSOHN (1809-184 7) CAMILLE SAINT -SAENS (1835-1921 ) INTERMEDIO ,clmno de Acción d~Gracias ¡tle Deum .,{reludio, Fuga y Variación, Op. 18 Impromptu ~ jardín suspendido (1934) v Letanías Op. 79 (1937) /'Hamburger Totentanz JEAN LANGLAIS (n. 1907) CESAR FRANCK (1822-1890) LOUIS VIERNE (1870- 1937) JEHAN- ARISTE ALAIN (1911 - 1940) GUY BOVET (1879- 1951 ) Santafé de Bogotá D.C., 11 de marzo de 1992 CONCIERTO No. 4 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOTAS AL PROGRAMA Por: Ellie Anne Duque Bach Entre 1708 Y 1717 Bach se desempeñó inicialmente como organista de la Corte de Weimar y luego como violinista, director de música de cámara y director de coros. Respondiendo a cada una de sus responsabilidades existe un repertorio que atestigua la calidad y la intensidad de su trabajo. Tal es el caso de las composiciones para órgano que datan de esta época y a las cuales pertenece la Toccata y Fuga en Fa mayor presentado en este programa. Es el período de sus grandes obras para el órgano (sobre todo, de aqueOas no relacionadas con corales religiosos) en donde Bach mostró un gran virtuosismo del instrumento. Su fama como organista se extendió de Weimar por toda Alemania y su técnica en el pedal y estilo para los registros fueron motivo de grandes elogios. Su manejo del instrumento hizo que también se viera involucrado en su construcción. Inspirado en Buxtehude, Bach se esmeró por lograr una técnica especial para el instrumento que explorara a fondo todas sus capacidades técnicas y sonoras para que su repertorio ya no fuera intercambiable con el del clavecín. La Corte del Duque de Weimar recibía permanentes influencias de las cortes francesas e italianas; así Bach entró en contacto con una gran variedad de estilos que marcaron el inicio de su madurez en su obra. Una de las influencias decisivas fue la del concierto italiano, al estilo veneciano, que estudió y aplicó con dedicación. La toccata con su expresividad imaginativa, a veces intempestiva en un vívido ejemplo de dicha influencia. El apareamiento de piezas relativamen­te libres con fugas fue prácticamente ingeniado por Bach. En esta obra se demuestra por qué el órgano es el instrumento ideal para su interpretación: las voces pueden presentarse en diversos manuales con registros contrastantes para realzar su individualidad y el complejo tejido polifónico resultante. Bruna El ciego de Daroca, Pablo Bruna, fue considerado el mejor organista español de su generación, comprendida entre las carreras brillantes de Correa de Araújo y Cabanilles. Fue el organista de la Iglesia de Daroca desde 1631 y su maestro de capilla partir de 1674. Su obra conocida asciende a 32 piezas para órgano, entre las cuales se destacan 7 pange Unguas, salmos y tientos. Desarrolló un estilo personal, caracterizado por el uso generoso de falsas (inflexiones cromáticas y suspensiones) y una figuración fantástica y tumultuosa. Predomina en su obra el uso de la imitación en donde el motivo, escuchado al inicio de la pieza, juega un papel preponderante. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Mozart Para Marianne Kirchgassner y su instrumento, la armónica de vidrio inventada por Benjamín Franklin, Mozart escribió un Rondo y un Adagio. Son obras un tanto limitadas por el registro pequeño del instrumento, pero muy bien adaptadas a su sonoridad casi "celestial". Entre las últimas piezas instrumentales de Mozart se destacan dos piezas compuestas para órgano mecánico de vidrio: el Adagio-AI/egro y la Fantasía en Fa menor. Según el mismo compositor, fueron escritas a "regañadientes", con el único objetivo de cobrar los honorarios ofrecidos por la comisión. Pese a esta reticencia, las dos son ejemplos maravillosos de la madurez musical del compositor. En ellas se vive el espíritu de J.S. Bach mediante una polifonía compleja y constante. Ein Orgelstück tür eine Uhr, Una pieza para órgano mecánico, K.V. 608, data de marzo de 1791 y es una de sus obras más imaginativas. Al igual que el Adagio­AI/ egro, K.V. 594, está en Fa menor pero el ambiente lúgubre ha sido reempla­zado por un contrapunto endemoniado. La Fantasía consta de tres secciones, la media, un fuerte contraste en La bemol mayor. La primera parte consta de una Introducción, Fuga y Coda en donde la Introducción presagia con acordes enérgicos y ritmos con puntillos la actividad incesante de la Fuga. El tema de la Fuga es bastante abstracto con figuras descendentes repetidas y gestos cromáticos al final, que junto con las modulaciones atrevidas acrecientan su intensidad. Un bien merecido descanso lírico ocurre en el Andante que actúa como sección media. Pero la actividad de la Fuga retorna, aún más libre y atrevida para cerrar la pieza. Mendelssohn Mendelssohn fue un buen organista, amén de violinista y pianista, cuya genialidad riñe de cerca con la de Mozart. Su origen judío no le impidió involucrarse con la música para el culto cristiano y durante algún tiempo se desempeñó como el director del coro masculino de la Catedral de Berlín. Allí intensificó su interés por el repertorio religioso vocal e instrumental. Al iempo que se sumergía en la obra de Bach, (copiando e interpretando su música) fue desarrollando un pequeño repertorio original para el órgano. Escribió fug.as, fantasías, preludios, seis sonatas y movimientos sueltos en donde las técnicas clásicas se conjugan felizmente con el espíritu barroco. El Andante con variaciones data de 1844, año en que también escribió el Concierto para violín y la música faltante del Sueño de una noche de verano. A la claridad melódica que caracteriza su estilo y que se observa claramente en el Andante, Mendels- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. sohn adiciona una figuración mágica, el uso de breves células rítmicas y núcleos motívicos para ofrecernos unas variaciones en donde se reconcilian los estilos que más le influenciaron. Saint-Saens A largo de su rica y extensa carrera musical Saint-Saens fue siempre una figura para ser comentada. Sus escritos y composiciones resumían el pensamiento musical francés elegante, de buen gusto y de cánones neoclásicos. Según sus críticos y cronistas, era un organista y pianista magistral. Su especialidad fue la interpretación de los conciertos para piano de Mozart que inspiraron, sin duda, su pasión por las proporciones y la perfección de los más pequeños detalles. Se dedicó al órgano desde muy joven y a su ingreso al Conservatorio de París en 1884, tardó sólo tres años en obtener el primer premio como organista. Influenció con su talento la campaña para el mejoramiento de la música religiosa en Francia. Su obra para órgano solo no es muy extensa, ya que gustó de combinar el instrumento con otras sonoridades contrastantes. Esta obra refleja su estilo característico: fluidez, elegancia, pulimiento en la expresión, uso de melodías dependientes de la armonía, claridad formal y respeto por el marco tonal, como también las referencias a la música barroca, en los procedimientos y en los mismos títulos. Lenglais Junto con Messiaen fue uno de los últimos alumnos de Dukas y también un ejemplo de la gran escuela de órgano francesa que se desborda en el siglo XX. Dedicó su vida a la música religiosa y su obra proclama la intensidad de su fe. Se desempeñó como organista de St. Pierre de Montougne en donde también dirigió los coros. Prefirió la ejecución de las obras de Sach, Palestrina y Josquin de Preso Se inspira en el canto llano, en especial en la armonía modal. Franck Las tres piezas que conforman el Op. 18 de Franck, son obras en donde la devoción, la mística y el éxtasis de su experiencia de organista se reflejan con poderío singular. Para esta época, Franck había perfeccionado un estilo de composición cíclico en el cual señalaba diversas secciones en una pieza, pero las unía a través de los temas. Estos son tratados a la manera wagneriana del Leitmotiv y la transformación temática de Uszt, los dos compositores que mayor influencia tuvieron sobre su estilo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Con su interés por la música religiosa antigua, Franck ejerce una gran influencia sobre toda una generación de compositores franceses. Fauré, D'lndy y Dukas por ejemplo, heredan sus gustos por los procedimientos barrocos y las modalidades eclesiásticas. El Op. 18 de Franck y el Impromptu de Vieme ilustran la gran escuela romántica del órgano desarrollada en Francia y que tanto afectaría la construcción y sonoridad del instrumento a lo largo del siglo pasado. Estos dos músicos depositaron sus mejores esfuerzos en el repertorio para el órgano y aunque Franck escribió para otros instrumentos y combinaciones siempre se puede seguir el rastro de la idea original, concebida al teclado del órgano. Vierne El legado de Franck se extiende en la obra de Vieme, autor de grandes y masivas piezas, cuyo alcance se mide simplemente en el título. Vierne compuso cuatro sinfonías para el órgano, en las que explícitamente explora todas las capacidades sonoras del instrumento para recrear una forma de intensidad sinfónica. Organista de 8t. Clotilde, St. Sulpice y finalmente, Notre Dame, se inspira en estos majestuosos edificios y órganos para escribir obras de gran diseño arquitectónico. Junto con Widor, otro jayán de la música para el órgano, Vierne actuó como maestro de Marcel Dupré, quien a su vez instruyó a Langlais, Alain y Messiaen, extendiendo al siglo XX la rica trayectoria del órgano en Francia. Alain Los profesores Dupré, Dukas y Roger-Ducasse transmitieron a Alain el peso de la tradición francesa, incluyendo su rica trayectoria con el órgano. Para Alain, la música fue siempre el vehículo ideal para expresar los misterios más profundos del alma, de allí el uso de títulos íntimos y sugestivos. Su obra es de exploración, ritmos variados y sonoridades sorpresivas. Gran parte de su obra denota la influencia que sobre él ejercieron Satie, Debussy y Messiaen. Entre sus mejores logros figura El jardín suspendido, una paleta imaginativa de ostinatos. Bovet Bovet se desempeñó a lo largo de su vida en el contexto de la música religiosa. Fue educado en un monasterio benedictino en su tierra natal, Suiza, y luego de ser ordenado inició la enseñanza de la música en el Seminario Diocesano de Fri­bourg. Allí se desempeñó como maestro de capilla y su obra melodiosa, se caracteriza por un espíritu religioso y festivo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. La idea de la danza de la muerte o Totentanz es muy antigua. Nace de las representaciones simbólicas medioevales y renacentistas que muestran la muerte como el esqueleto (o grupo de esqueletos) que conducen a los vivos hacia su sepultura. Hay noticias de esta imagen desde 1280, y su uso se intensificó en el siglo XIV con los azotes de la peste bubónica. El matachín, como se le dice en España, puede figurar interpretando instrumentos, de allí la noción de la danza de la muerte. A partir del poema Totentanz de Goethe, renace un interés romántico por el tema que inspiró a muchos compositores, Uszt y Saint- Saens, entre otros. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BANCO DE LA REPUBUCA llANeo DE LA Rf.P't.JBUCA OePl;;-tamenlO Edl!OfJal " Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia