Resumen: Augusto llegó al poder por ser hijo adoptivo de César. Hasta recibir el título de Augusto en el año 27 a. C., fue conocido como G. Iulius Caesar Diui filius. Ser heredero de César tenía que ser algo más que recibir su nombre y sus poderes: también sus cualidades personales debían recordar al Dictador. Por eso, durante la mitad del triunvirato, Augusto intentó emular a su padre adoptivo también en sus cualidades como amante. Su tumultuosa vida afectiva y conyugal, en efecto, se concentra entre los años 44 y 35 a. C., con varios matrimonios o esponsales, y el nacimiento de su única hija. De esta época proceden la mayoría de las historias que –ciento cincuenta años después- contaría Suetonio a partir de una fuente cercana a Marco Anto...