Resumen: En la época de santo Tomás el gnosticismo ya no era un problema para la Iglesia, como lo había sido en el segundo y tercer siglo de nuestra era cristiana. Sin embargo, Santo Tomás menciona a los principales representantes de esta herejía, como Basílides, Marción y Valentino. Trata también del Maniqueismo que en la época de San Agustín tuvo mucha influencia. Se puede decir que el gnosticismo era caracterizado por un dualismo total, que veía una oposición infranqueable entre la materia y el espíritu. A causa del antagonismo entre estos componentes, el Verbo no se había hecho carne, y la humanidad de Jesús era solamente aparente