Resumen: El salto realizado aquí desde los Padres (Ireneo y Tertuliano) a los medievales (Buenaventura) no es fortuito. Ciertamente, se objetará, y con justicia, que San Buenaventura no conoció, ni tuvo acceso, a Ireneo ni a Tertuliano, como ocurre por otra parte con el conjunto de los autores medievales. No obstante, la filiación de Buenaventura con Ireneo, como con todos los primeros Padres de la Iglesia, es, según la opinión de numerosos intérpretes, conceptualmente de las más manifiestas, aunque no históricamente fundada. Así ocurre, por ejemplo, con la perspectiva “monadológica”, según la cual estamos comprendidos “en el Verbo” (Col 1, 16), de la visión estética de la Creación como obra y no como producto, o aún, y finalmente, d...