Desde los años ochenta la expresión posmodernidad se aplica para referirse a una época, que sigue a la modernidad y se caracteriza por la crisis de los grandes relatos modernos: el iluminismo, el positivismo y el marxismo. La crisis de estas ideas se traduce en algunos interrogantes desafiantes: ¿es el final de las utopías, de los grandes proyectos transformadores que se sostenían en la modernidad?, ¿es el final de la ciencia y de la historia? La muerte de estas ideologías, entendidas como sistemas de ideas que apuntan al futuro, y prometen cada una a su manera, emancipar a la humanidad, es un lugar común del lenguaje de vastos sectores de intelectuales, que justifican de esta manera una conducta pragmática. El desencanto se produce porque ...