Mujeres trabajando.. (la figura de Juana Manso en la imaginación política del siglo XIX americano)

Narrar la Historia es narrar las histonas personales Sin que se narren como historias. Definir la nación fue una obsesión para los intelectuales del siglo XIX: como fundadores de esas trataron de corregir los deslizamientos que los materiales culturales extraños desplazaban a los absorbiéndolos al metafórico centro de la sociedad, llenando los vacíos y resquebrajamientos dcl panorama cultural con sentimiento patriótico. En este campo, la Argentina revela una tradición repleta de contradicciones donde las mujeres fueron Introducidas en la imaginación política de los hombres para representar las virtudes de la nación y para desafiar las injusticias sociales. No debemos olvidar que prefigurar una patria es soñar un espacio y sus limites. No siempre (o no solo) es un espacio físico concreto, sino más que eso: es imaginar una geografía cuyos accidentes asignan lugares, separan y jerarquizan posiciones, excluyen del mapa territorios no deseados. Este mapa es el mapa de una ideología y en toda cultura nacional coexisten y pugnan, a nivel de discurso, mapas diferentes. Si bien estos espacios no son siempre físicos, un determinado paisaje, una determinada topografía, puede constituirse en metáfora de una cierta identidad colectiva en un momento dado mientras podemos observar como coe.xysten en nuestro imaginario distintos escenarios y protagonistas que identificamos alternativamente con esa configuración llamada «lo argentino» y que narrativamente apela a Imágenes que se identifican con el medio rural, un gaucho, un 'gringo