El tema de las afecciones hace pensar que las experiencias a las que nos sometemos a diario se apoyan, de manera a veces visible, en un suelo primario y más elemental en la vida de la conciencia. De esas experiencias, la del conocimiento no es la única ni la más frecuente. La descripción y análisis del bajo fondo de las acciones rehuye, por su composición propia, a ser develado idóneamente por la palabra filosófica. Sin embargo, lo que Husserl investigó al respecto nos obliga a intuir, a través de un cuerpo preciso de conceptos, que el fenómeno de la afectividad no está simétricamente emparentado con lo que la psicología o cierta experiencia interior nos llevaría a pensar: Husserl deconstruye el fenómeno de la afectividad, es decir, descomp...