Las reflexiones nietzscheanas sobre la razón y la sensibilidad como grandes fuerzas en tensión, la sensibilidad como liberadora de la existencia y la embriaguez cómo estado creativo por excelencia se presentan en este artículo mostrando como interpretar es un acto vital; así como lo es el crear para Nietzsche. De esta manera, un investigador gana una posición en el mundo y trasciende en la medida en que no solo se comprende a sí mismo, ni a una obra aislada y particular, sino al hombre en general. La creencia en el poder del hombre y la naturaleza: la unión de estas fuerzas para sentir la vida y mostrar lo bello del ser humano así como sus contradicciones, es el poder que la estética nietzscheana da al hombre frente a los ideales que lo ale...