Uno de los puntos de vista desde el que con mayor frecuencia se aprecia la educación es el que tiene que ver con consideraciones que alimentan contemplaciones utópicas sobre el destino de las sociedades y los hombres. Estas contemplaciones constituyen una especie de gran marco teleológico que nos guía en la comprensión del mundo, de las cosas que imaginamos y deseamos y que le otorgan, de múltiples modos, la importancia de la que se reviste la educación y el papel trascendental de la pedagogía