Una manera no poco frecuente de abordar la obra de Michel Foucault, coincide en apreciarla a través de períodos: el primero de ellos, vinculado a una indagación por el saber y denominado arqueológico, el segundo, conocido como genealógico y cuya preocupación central es la cuestión del poder; y un tercer y último período, en el que nos ofrece una particular versión de la ética. Abundan así, los estudios sobre el pensador francés, que consideran su obra como una sucesión de bloques o bien temáticos o bien metodológicos, una especie de sucesión no carente de rupturas e incluso contradiccione