Prácticas de conservación para reducir inundaciones

En ambientes semiáridos las precipitaciones se caracterizan por ser bien diferenciadas en cantidad, clase y rango de precipitaciones. Esta dinámica provoca un desbalance en el agua del suelo que, en la mayoría de los años, provoca déficits. Sin embargo, en los períodos lluviosos, o de precipitaciones intensas y continuas, se generan escurrimientos. Algunos autores sugieren que en áreas con pendientes, los sistemas conservacionistas basados en una rotación agrícola, deberían complementarse con terrazas paralelas de desagüe. Es por esto que el propósito del trabajo fue evaluar los efectos de las prácticas de conservación de suelo y agua sobre parámetros hidrológicos y de cultivo en dos microcuencas de la región central de la Provincia de Córdoba. El estudio se realizó al sur de la ciudad de Córdoba, Argentina; la precipitación media es de 760 mm anuales y el suelo es Haplustol típico. Se utilizó una estación meteorológica ubicada in situ. Se determinó agua del suelo, escurrimiento y rendimiento en dos cuencas aforadas, una con terrazas paralelas de desagüe (SIST) y otra sin terrazas (NOSIST). Ambas se manejan con siembra directa y rotación de cultivos. Los resultados mostraron que las precipitaciones se incrementaron a lo largo de las campañas. Se registró escurrimiento en las dos microcuencas, siendo en NOSIST un dígito mayor que en SIST. A su vez, NOSIST tuvo rendimientos de soja, maíz y biomasa de centeno un 55, 24 y 38 % menor. Durante todo el período, NOSIST tuvo mayores valores de agua del suelo, reduciendo la posibilidad de retener agua de lluvia, generando excedentes hídricos. Es decir que las prácticas de conservación sumadas a rotación de cultivo (SIST), reducen significativamente los excesos hídricos que generan inundaciones y mejora la producción a partir del el uso del agua