La aparición del cinematógrafo a fines del siglo XIX y su posterior expansión a escala mundial significaron notables transformaciones en las prácticas y los imaginarios sociales, lo que gradualmente llevó a investigar y reflexionar tanto sobre sus aspectos estéticos como acerca de sus implicancias culturales y económicas, dando lugar a numerosas obras de crítica cultural y de historia del cine. Avanzado el siglo XX, el cine pasó a ser estimado como un medio único para relacionarnos con el pasado: mientras para algunos pudo ser considerado un valioso documento para la investigación, otros lo han visto como un relato que ofrece una interpretación de los procesos históricos, una “historia en imágenes”. Lo cierto es que la capacidad del cine pa...