La lectura es, a lo largo de los siglos XIX y XX, puesta obsesivamente en imágenes. En Argentina, el catálogo de pinturas y grabados de lectores resulta proliferante y disperso: estamos hablando de cientos, varios cientos de imágenes. El retrato de lectores es uno de los géneros con más continuidad dentro de las artes visuales modernas; se constituye en el Renacimiento (Stewart, 2006: 31-79), pero en el país cobra importancia central después de la Independencia. En el siglo XIX, artistas asentados en Buenos Aires como Adolphe D’Hastrel, Alphonse Femepin, Jean-Léon Pallière, Prilidiano Pueyrredón y Carlos Enrique Pellegrini trabajan una y otra vez el tema; en el siglo XX, nombres consagrados -desde Antonio Berni a Carlos Alonso- lo tratan s...