En el artículo anterior recorrimos los aportes filosóficos del Romanticismo a la forja de los programas totalitarios del siglo XX. Señalamos también que la emergencia de esos movimientos no pudo ser posible sin el proceso precedente de desgaste de la ideología liberal. A ello contribuyó no sólo la vuelta de la monarquía de derecho divino, sino diversos desarrollos conceptuales que, en oposición a varios preceptos liberales, pusieron el acento en la libertad colectiva y en el particularismo cultural. En especial, dijimos que el historicismo decimonónico se había constituido como un movimiento que no sólo pondría en cuestión varios principios liberales sino que también desbrozaría el camino para las conceptualizaciones totalitarias. Dada esa...