Un debate frecuente a la hora de hablar de filosofía latinoamericana radica principalmente en su existencia verídica y reconocida muchas veces por los ojos del eurocentrismo que impregna al pensamiento filosófico. Sin embargo, el problema debe trascender mucho más allá de la acuñación de un término, debe recaer en el quehacer mismo de aquel que hace filosofía en Latinoamérica; pues al centrar nuestra atención en aquella terminología, caemos fácilmente en ser aquello que llamaremos intérprete de intérpretes. En efecto, saber si somos o no filósofos es un problema mínimo, cuando el horizonte de lo que es o lo que hace un filósofo se ha perdido. De esta forma, el presente escrito se propone reflexionar acerca este problema, evidenciando así la...