Empleo juvenil: su dimensión humana y societaria. Clave del desarrollo económico-social

El fundamento de toda acción humana se encuentra en la definición de las prioridades que se fija la persona en base a su sistema de valores. Y de estas prioridades en la disposición de los recursos y la consecuente orientación de la acción económico-social se articula no sólo el Ordenamiento económico, sino la propia configuración de la Sociedad. Una de las características de toda acción económica es su largo plazo, lo mismo que el desarrollo de la persona. El desarrollo de toda persona, en particular del joven, depende de su integración en los procesos económico-sociales en los que no sólo se trata de lograr meras competencias técnico-económicas, sino, en particular, competencias sociales. Lo que incide en su propio desarrollo personal y en su capacidad de integrar "al otro" en los procesos de cooperación que hace posible su desarrollo. No hay expectativas de futuro en una Sociedad estable y sostenible, si no se incluye a la persona en los procesos de trabajo, de la acción humana que hace posible la generación de ese largo plazo generador de expectativas para el desarrollo de la persona .Es clave la integración del joven en los procesos técnico económicos y sociales en todo el proceso de su desarrollo, ya que implican experiencias que le permiten aunar expectativas que facilitan su desarrollo integral como persona en la sociedad. En esta contribución se prioriza la dimensión humana y su impacto societario que facilita al joven expectativas para su desarrollo como persona en un contexto económico-societario, en una sociedad sostenible, que descansa en un Orden Económico-social orientado al desarrollo integral de la persona como eje de toda acción societario-política