En una época en que la muerte era una realidad cotidiana, los manuales del "Arte de bien morir" contribuyeron a reglamentar los comportamientos del cristiano, a superar los temores ante la muerte y a asegurar la salvación de los fieles. En este contexto, la muerte ayuda a aunar solidaridades de grupo y revela las concepciones mentales más profundas que rigen en una sociedad en un momento dado (formas de religiosidad, concepción de la vida, etc). Finalmente, como telón de fondo, aparecen los temas de la universalidad de la condición mortal y de la participación individual del hombre en su propia salvación; cuestiones que ponen de manifiesto, en último término, la evolución que sufre el Ars moriendi desde fines de la Edad Media hasta el siglo...