Infraestructuras invisibles: movilidad autónoma compartida

La acelerada expansión de la ciudad ha desbordado la capacidad de su propia infraestructura para absorber este crecimiento. Los modelos de planeamiento urbano expansivo han quedado obsoletos al no poder extrapolar sus planteamientos hasta el infinito. En un momento en el que el desarrollo de las tecnologías de la información nos abre la puerta de un sinfín de oportunidades, el uso de estas nuevas herramientas para gestionar la ciudad parece incuestionable, así como la necesidad de plantear desarrollos eficientes y sostenibles, capaces de adaptarse a distintos escenarios, desde el actual, hasta el futuro para el que sean programados, con el menor coste posible. Las antiguas visiones futuristas que auguraban una movilidad que requería grandes y nuevas infraestructuras para dar soporte a novedosos medios de transporte se han ido descartando como solución a todos los problemas en materia de movilidad urbana. La tendencia es la atomización de las soluciones, capaces de integrar todas las casuísticas posibles gracias al procesamiento masivo de datos en tiempo real que permite un grado de acierto mayor en las predicciones. El ciudadano se encuentra ahora en el centro del escenario urbano como actor principal, cuya participación facilita la anticipación a los problemas y contribuye a la autogestión de los distintos sistemas urbanos. The accelerated expansion of the city has overwhelmed the capacity of its own infrastructure. Expansive urban planning models have become obsolete because they can not extrapolate their approaches to infinity. When the development of information technologies offer us endless opportunities, the use of these new tools to manage the city seems unquestionable, as well as the need to propose efficient and sustainable developments which are capable of adapt to different scenarios, from the current one, to the future for which they are programmed, at a cost as low as possible. The old futuristic visions that predicted a mobility that required large and new infrastructures to support novel transport systems have been discarded as a solution to all problems in terms of urban mobility. The trend is the atomization of the solutions to integrate all possible cases thanks to the massive real-time processing of data that allows a greater degree of success in our predictions. The citizen is now at the center of the urban scene as the main actor, whose participation facilitates the anticipation of problems and contributes to the self-management of the different urban systems